Campaña independiente Violencia Cero
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -En San Luis, un pequeño pueblo de Pinar del Río, dos jóvenes llamaron la atención de la Seguridad de Estado por distribuir volantes de la campaña Violencia Cero, y fueron detenidos.
Conducidos a una estación de policía, uno de ellos preguntó al represor:
-¿Usted está de acuerdo con la violencia?
El policía responde que no.
-Entonces, ¿por qué me detiene si yo estoy haciendo un llamado a la no violencia?
El uniformado responde:
-Porque no estoy de acuerdo en que lo distribuyas tú (el mensaje). Dáselo a cualquier otro ciudadano para que lo distribuya.
-Entonces te lo doy a ti, para que lo distribuyas tú, entre tu gente que es violenta-concluyó el muchacho.
La campaña Violencia Cero es una iniciativa surgida dentro de la plataforma independiente Nuevo País, y se lleva a cabo en toda la Isla para producir el cambio hacia la tolerancia; que inevitablemente contradice, disiente, con la política revolucionaria; que es por naturaleza intolerante, y, qué duda cabe, violenta.
“Las autoridades están atrapadas en sus propias contradicciones. Entre la imagen que quieren vender de un país tranquilo y civilizado y su conducta real en materia de represión”, apunta Manuel Cuesta Morúa, periodista independiente, analista político, presidente del partido Arco Progresista, de corte social demócrata, y coordinador nacional de Nuevo País.
Las personas víctimas de la represión coinciden en relatar el estilo que ostentan los agentes: ya sean policías uniformados o agentes de la Seguridad del Estado; incluso personas reclutadas para realizar un acto de repudio intentan desconocer la existencia del otro, el derecho a la diferencia, con una actitud que magistralmente definió en una oportunidad el Padre Conrado -premio Tolerancia Plus creado por la misma Plataforma-, como “El Ninguneo”.
Según Cuesta Morúa, la violencia política, en Cuba, se nutre de la marginalidad, del lenguaje soez, de la barbarie. Las personas que son reclutadas para realizar un acto de repudio rara vez son las damas encopetadas de la Revolución. Quienes son movilizados para realizar estos actos de violencia verbal y física son personas que habitan la marginalidad reproducida por la Revolución.
La campaña Violencia Cero se propone trabajar en las comunidades marginales de todo el país, porque desde el momento en que las personas aprenden a no utilizar cierto lenguaje y no incurrir en determinadas conductas, adquiriendo educación en vez de ideología, es bastante difícil que luego rompan sus propias reglas, y se ha cortado así la posibilidad de que el Estado rente las actitudes de los marginados para los actos de repudio, que son, -como señala Cuesta Morúa- “la suspensión de la política”.
“Cuando usted toma conciencia de que no puede ni debe proyectarse violentamente contra los demás, rápidamente se activa la cultura de la conversación”, señala Cuesta Morúa.
La cultura del diálogo ha sido marginada por las autoridades cubanas, a las que valdría la pena recordarles aquella frase del lejano Voltaire: Disiento con lo que dices, estoy en completo desacuerdo con ello, pero defendería con mi vida tu derecho a decirlo.
“La violencia en la educación es parte de la estructura orgánica de la violencia del Estado”, prosigue Cuesta Morúa. “A los niños en Cuba se les enseña a saludar la bandera con el lema Seremos como el Ché”.
“El Ché”, como se conoce al guerrillero argentino, Ernesto Guevara, comunista, ofició durante años regentando la muerte en los paredones de fusilamiento de La Cabaña. Nunca se ha consultado a las madres y padres cubanos si están de acuerdo en que este sea el mejor paradigma educativo. Las escuelas cubanas son propiedad del Estado, y constituyen una inversión en el campo ideológico. “Cuando se le enseña a un niño aser como el Ché, se le está inculcando subliminalmente la cultura de la violencia y el irrespeto por los derechos humanos”, añade el activista.
“La democracia, tal y como la concebimos, el término fuerte, requiere unos mínimos civilizatorios, que tienen que estar por encima, poniendo frente a frente en una arena civilizada a los diferentes actores. La violencia no permite eso.”
Las mujeres que integran Nuevo País crearon esta campaña y son sus principales promotoras. Han organizado talleres para enseñar a sus semejantes cómo defenderse en situaciones de violencia, ya sea doméstica o institucional. A través de Línea Ayuda Violencia Cero, una serie de teléfonos han sido puestos al servicio de la población que solicite consejo, bibliografía, o que decida denunciar un hecho de violencia a los coordinadores de la campaña. Estos se encargarían de tramitar la denuncia y por último reflejar en el Informe Naranja, creado para ese fin, los casos de violencia de los que se tengan noticia. Con la esperanza de ver cómo se pueden ir reduciendo al mínimo.
Cada año, del 18 al 25 de noviembre, habrá de realizarse el Festival Violencia Cero, que el año pasado contó con artistas invitados como los raperos Escuadrón Patriota y Silvito el Libre, y del punk, como la conocida banda Porno para Ricardo. Los muchachos de Omni Zona Franca, que involucran la poesía, slam, el performance, se han sumado también.
La jornada del 18 al 25 de noviembre coincide con el día internacional contra la violencia infantil y de género, respectivamente.
Por paradójico que resulte, decíamos arriba, se han registrado varias detenciones de activistas y promotores de la campaña Violencia Cero, en el occidente y oriente de la Isla. Son detenciones políticas, obviamente.
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