miércoles, 25 de diciembre de 2013

Cuba: derechos humanos y ciudadanía

Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)
Cuba actualidad, Guanajay, Artemisa, (PD) Un panel de expertos cubanos de diferentes ramas, abordó el pasado diez de diciembre, en la sede del MINREX, el tema de los derechos humanos en Cuba.
 El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones unidas, aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y solicitó a todos los países firmantes que el documento fuera "distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada en la condición política de los países o de los territorios".
Los cubanos jamás han conocido esa disposición. Por décadas, el régimen ha saboteado el acceso a estos conocimientos.
Ahora, y justamente después de que varios grupos independientes, entre los que se encontraban las Damas de Blanco y luchadores contra el racismo se manifestaran a favor del cese de las represión contra opositores pacíficos, de forma oficialista, y bajo el control del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, prohibido totalmente para la opinión disidente, el castrismo se apresura a dar muestras de buenas intenciones y organiza un debate a la carrera, donde la pluralidad de opinión fue cero.
Uno de los expositores que con más carácter racional trató el tema, fue el doctor en ciencias históricas y director de la Biblioteca Nacional, Eduardo Torres Cuevas. Aunque no abordó los principales factores que inciden en las violaciones y la desvalorización de la vida cívica por parte de una política cerrada a cal y canto, fue visible su preocupación por lograr una política de inclusión a favor de los más desamparados.
La elección de Cuba a la presidencia del Consejo de Derechos Humanos, más que una decisión fallida, es una burla soplada y de frente contra todo organismo o persona de buena voluntad y en especial al pueblo cubano, que privado de sus derechos más elementales, tiene que soportar, como los verdugos que lo torturan, legislan contra sus derechos.
Pactos políticos, sociales y culturales que el régimen cubano jamás ha firmado y otros que no están en su espíritu ratificar, están sobre la mesa como evidencias para preguntarse cómo un gobierno de tal naturaleza puede escalar al CDH. Sin dudas es un descrédito para una organización que lucha por el bienestar de la ciudadanía en cualquier lugar del mundo, sin que ante ella medien color de la piel, sexo, credo religioso o estatus social.
En Cuba no vale repetir que existe un programa de educación de acceso gratuito para todos. La pregunta debe ser si llegan todos los estudiantes en igualdad de condiciones a las aulas. Por supuesto, la respuesta es negativa.
En cuanto a la salud, no es secreto para nadie, que efectivamente, todos los cubanos tienen acceso a ese derecho, pero no todos tienen derecho a un buen especialista, al que sólo llegan los altos funcionarios del régimen y algún que otro ciudadano que mediante regalos y prebendas monetarias puede pasar la barrera.
Una canasta básica cada vez más restringida y las bajas calorías con las que sobrevive la población cubana se reflejan en el retroceso en el crecimiento y el bajo peso de los niños y adolescentes, que apenas comen carne y son privados de la leche después de cumplir los siete años. Esos alimentos no los sustituye la moringa.
El desinterés del régimen por la equidad y en contra de las manifestaciones racistas contra la población afro descendiente, lleva a que este grupo poblacional se encuentre marginado. Son constantemente violadas las leyes que se supone impidan el racismo y la discriminación racial, un fenómeno que históricamente ha gravitado sobre la nación cubana. Cada día es más visible su afianzamiento y la destrucción psíquica y moral de negros y mestizos.
Por supuesto que ninguno de estos aspectos fueron mencionados en el debate del MINREX y mucho menos las detenciones arbitrarias y los atentados morales y físicos que comete a diario la policía política contra buena parte de la población cubana, ya sea por expresar una opinión o reclamar un derecho.
"Yo quiero que la ley primera de la república, sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre".
José Martí.
Para Cuba actualidad: mal26755@gmail.com

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