Por: Lcdo. Sergio Ramos
Tras el acuerdo para normalizar las
relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, y no en pese las
declaraciones del dictador Raúl Castro de que el régimen no cambiaría su carácter totalitario y socialista, hubo
muchos que incautamente han pensado que esto significará un cambio hacia una
apertura y liberalización en su naturaleza despótica.
La ilusión duró poco. A escasos días del sorpresivo anuncio, una actriz cubana, Tania Bruguera, decidió hacer un simple acto (‘performance’) llamado el ‘El Susurro de Tatlin # 6’ en el centro neurálgico del poder en Cuba, la Plaza de la Revolución, en donde opositores, simpatizantes y gente de pueblo expresaran aquellas cosas que deberían cambiarse en el país.
Ella quiso hacerlo contando con el permiso
del gobierno y para lo cual solicitó la
anuencia del Consejo Nacional de las Ares Plásticas (CNAP), quienes ipso facto
le negaron el permiso, por lo que ella decidió hacerlo a como diera lugar y
convocó al pueblo para la emblemática plaza.
Así las cosas, la actriz, quizás sin
preverlo, apretó el ‘panic botton’ de la tiranía y raudo y veloz comenzaron un
operativo represivo, desproporcionado e histérico, arrestando a líderes de la
oposición como Antonio Rodiles, presidente de Estado SATS y Eliezer Ávila
dirigente de la organización Somos Mas, fotógrafos como Claudio Fuentes, Damas
de Blanco como Aliuska Gómez y Lourdes Esquivel, periodistas independientes
como Reinaldo Escobar, esposo de la bloguera Yoani Sánchez, y a quien, a esta última, la
mantuvieron en detención domiciliaria, y a otros opositores más incluyendo a la
actriz Tania Bruguera, a quien la retuvieron en una estación de policía y tras
soltarla, la arrestaron de nuevo
llevándola al centro de interrogatorios y
torturas de la Seguridad del Estado, Villa Marista.
Pero, ¿Por qué tanta reacción represiva desproporcionada?
Un régimen que se repute de ser verdaderamente sólido y fuerte no tiene por qué
temer a los comentarios y criticas pacíficas
de sus ciudadanos. Un gobierno que en verdad goce del apoyo masivo del
pueblo, no tiene que cogerle miedo a que unos cuantos ciudadanos se reúnan
públicamente y expresen su sentir político y social. ¿Por qué tanto miedo? ¿O
será que no son tan fuertes como aparentan?
Los gobiernos verdaderamente fuertes son
aquellos en donde el pueblo es libre para labrar su destino, ya que la fuerza
del pueblo reside en el respeto a los derechos de sus ciudadanos y sus
instituciones democráticas.
Por el contrario, las dictaduras no son
pueblos, sino minorías que con engaño y fuerza usurpan un poder que corresponde
al pueblo; razón por la cual, han de ampararse en las bayonetas y los tanques
para sostenerse y ejercer impositivamente su ilegítimo poder. Y he ahí el origen de su debilidad intrínseca
y la causa del miedo que las dictaduras tienen a las libres expresiones y
actuaciones de un pueblo.
El miedo. He aquí la razón de la irracional
represión contra la actriz Tania Bruguera, los opositores y ciudadanos dispuestos a
participar en el ‘performance’.
Resulta que el amedrentador del pueblo
cubano , general de ejército Raúl Castro y su camarilla le tienen miedo --- yo
diría terror --- a una inofensiva joven dama, actriz de profesión, y unos
cuantos ciudadanos que en una plaza pública iban a expresar pacíficamente unas
opiniones… Y contra ellos, asustados, reaccionaron lanzándoles armados policías
y encarcelándolos.
El amedrentador esta aterrorizado de su
pueblo ante la imagen de lo que sería --- como lo fue --- un pueblo en las calles
tumbando un muro como en Berlín, o de verse en los zapatos de un Ceacescu ante
un pueblo en las calles de Bucarest tumbando un sanguinario tirano, o ante la
posibilidad de ser confrontado por un pueblo demandando libertad como ocurrió
en Tunes.
Y es que estos hechos dramáticos de la
historia en donde los pueblos se alzan
contra sus opresores, ocurren cuando estos se percatan del terror que los
dictadores les tienen y la debilidad intrínseca de los tiranos, y cobran
conciencia de que la fuerza y el poder radican en la voluntad de ser libres.
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