viernes, 26 de noviembre de 2010
LA DÉCADA MUSICAL PERDIDA
Por Jorge Luís González Suárez
Ayestarán, La Habana, 27 de noviembre de 2010, (PD) La televisión cubana ofreció el sábado 13 de noviembre en su espacio “Cine del Ayer” la película “Más bonita que ninguna”, protagonizada por la desaparecida Rocío Dúrcal en 1965. Este hecho pudiera considerarse nostálgico si no fuera porque su exhibición aquí es un estreno absoluto.
Los años 60 marcaron un gran cambio en la música popular para la juventud cubana. La mayor influencia llegó a través de España a finales de este período por el programa Nocturno de Radio Progreso. Esta evolución sin embargo fue lenta e incompleta.
¿Por qué no pudo gozar aquella música la gente joven de aquellos tiempos en Cuba?
Ante todo es necesario señalar que en esa década y en la siguiente, cualquier elemento extranjero dentro de la cultura fue considerado “diversionismo ideológico”, terminología que aludía a la influencia norteamericana y por tanto, era considerada contrarrevolucionario.
Esta etapa dorada comenzó con las llamadas chicas ye-yé y solistas que interpretaban los nuevos ritmos de moda. Estos además tenían maneras de vestir y bailar que rompieron las concepciones sociales impuestas hasta esos días. El Rock and Roll en los años 50, con Elvis Presley a la cabeza, había activado este género. La explosión que siguió a este fenómeno con Los Beatles como líderes y cientos de solistas y grupos no tuvo parangón.
Hagamos un análisis parcial de este suceso por medio del libro “Historia de la Música Pop Española” del autor Jesús Ordovás (Alianza Editorial”, Madrid, 1987).
El ámbito español dio nombres desconocidos aquí como Tony Vilaplana, Conchita Bautista, Cecilia, Gelu, Lita Torelló y Chico Valente, dentro de una primera etapa de estas figuras.
Los conjuntos fueron otros tantos ignorados. Citaré a Los Brisk, Los Diablos Negros, Long Star, Los Huracanes, y otros más dentro del grupo inicial, aun durante la dictadura de Franco. Más tarde, el llamado rock progresivo y underground generó a Los Buenos, Conexión, Expresión, Máquina, Ray Gómez y Pau Riba y dentro de las canciones de verano estaban Aquarius, Los Iberos, Los mismos, y varios más.
La catalogación se extiende a los cantautores folk-rock, la canción ligera, el flamenco pop, el rollo y el pop-rock hasta 1985 aproximadamente, que abarca el estudio hecho por el escritor mencionado el cual incluye muchos más nombres imposibles de reflejar en esta reseña.
Con la música pop española en Cuba, la radio fue privilegiada con respecto al cine. Existe una filmografía de más de 200 películas musicales españolas entre 1960 y 1986, pero en Cuba se exhibieron nada más cinco: Cantando a la Vida (Massiel), La vida sigue igual (Julio Iglesias), Las Leandras (Rocío Dúrcal), La Casta Susana (Marujita Díaz) y Cera Virgen (Carmen Sevilla).
La televisión, durante los últimos años, de manera esporádica y con varias décadas de retraso ha puesto algunos videos de los artistas conocidos de aquella época por acá. Podemos mencionar entre estos a Juan y Junior, Los Brincos, Raphael y Nino Bravo, entre el gran número que existieron.
El mundo de la prensa ha sido el más obviado de todos. Cerca de un centenar de revistas musicales vieron la luz en la etapa mencionada y se mantuvieron por años, pero jamás en nuestro país se comercializó ninguna.
Hay momentos cumbres dentro de esta larga trayectoria. Massiel se presentó en 1967 en el Festival de la Canción de Varadero”. En el festival de 1970, los cubanos pudieron apreciar a Los Mustangs, Los Ángeles y Los Bravos.
Otro impactante espectáculo se produjo a finales de los años 90 cuando ex integrantes de los grupos Los Fórmula V y Los Diablos dieron un concierto en la plazoleta del Maine, en El Vedado. Asistieron a esta presentación más de 10 000 personas, todo un record para esta fecha. Además se televisó su actuación.
Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel y Luis Gardey han sido los que han tenido varias presentaciones en el teatro Karl Marx.
El grupo Los Bravos y Karina vinieron hace unos años. Contratados por el grupo hotelero “Gran Caribe”, hicieron una breve presentación en la pantalla chica y punto.
Los jóvenes de mi tiempo estuvimos muy limitados en cuanto a los gustos propios de nuestra edad. Me he referido nada más a lo relacionado con el pop español porque de la producción anglosajona es otra historia, peor aun.
La adolescencia hoy goza de mayores libertades en estos aspectos, oyen y ven mucho más, aunque no todo. Los de mi generación no tuvimos la misma suerte. Algunos por estas circunstancias fueron a parar hasta a las UMAP.
Estos son una parte de los tristes recuerdos que nos quedan de la denominada “Década Prodigiosa”.
primaveradigital@gmail.com
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