LUNES, 06 DE ENERO DE 2014 00:03
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Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) El término Epifanía puede ser entendido para traducir el concepto de "Gloria de Jehová" que indica las huellas de su paso o simplemente su presencia. En el Nuevo Testamento se refiere a la llegada de Cristo al mundo.
A partir de este significado, el término se usó en Oriente para indicar la manifestación de Cristo en la carne y a partir del siglo IX, para designar la fiesta de la revelación de Jesús.
La Epifanía cristiana se celebra el día 6 de enero de cada año, en la que los tres magos: Gaspar, Melchor y Baltasar aparecen del Oriente para adorar la primera manifestación de Jesús como niño, donde le ofrecen tres regalos simbólicos: oro, incienso y mirra.
La Biblia en realidad no habla del número de los magos, o sabios, ni tampoco de sus nombres. (Evangelio según Mateo 2:1 – 2:11)
La historia de Santa Claus
Se estima que Nicolás de Bari (Santa Claus) nació alrededor del año 280 en Patara, una ciudad de la actual Turquía. Era hijo de una familia acomodada y su padre deseaba que siguiera sus pasos de comerciante, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira. Lamentablemente, la peste solucionó su dilema, al llevarse a sus progenitores, mientras trataban de ayudar a los enfermos de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío, fue elegido para reemplazarlo.
Se estima que Nicolás de Bari (Santa Claus) nació alrededor del año 280 en Patara, una ciudad de la actual Turquía. Era hijo de una familia acomodada y su padre deseaba que siguiera sus pasos de comerciante, mientras su madre pretendía que fuera sacerdote como su tío, el obispo de Mira. Lamentablemente, la peste solucionó su dilema, al llevarse a sus progenitores, mientras trataban de ayudar a los enfermos de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío, fue elegido para reemplazarlo.
De él, se cuentan cientos de historias, especialmente de sus milagros y sus bondades para con la gente pobre. Tal fue la admiración que sintieron por él que se convirtió en santo patrón de Grecia, Turquía, Rusia y la Lorena (Francia).
El mito actual cuenta que Santa Claus vive en las proximidades del Polo Norte, junto a una gran cantidad de duendes navideños, que le ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas.
Para poder transportar los regalos, Papá Noel los guarda en un saco mágico y los reparte en la noche del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por renos navideños, liderados por uno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante. Santa Claus podía entrar a los hogares de los niños al transformarse en una especie de humo mágico; y así entrar por la chimenea u otro orificio de las casas. Para saber qué niños merecen regalos, Santa Claus vigila la conducta de todos los niños del mundo a través de un telescopio, así si un niño se ha comportado mal, como castigo se le regala solo un carbón.
Para poder transportar los regalos, Papá Noel los guarda en un saco mágico y los reparte en la noche del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por renos navideños, liderados por uno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante. Santa Claus podía entrar a los hogares de los niños al transformarse en una especie de humo mágico; y así entrar por la chimenea u otro orificio de las casas. Para saber qué niños merecen regalos, Santa Claus vigila la conducta de todos los niños del mundo a través de un telescopio, así si un niño se ha comportado mal, como castigo se le regala solo un carbón.
La Epifanía o la fiesta de los Reyes Magos, como las Navidades, es una de las principales celebraciones cristianas en el mundo, pero al gobierno comunista de Cuba lo que más le ha importado desde su llegada al poder es imponer su doctrina ateísta por lo que proscribió inescrupulosamente todo lo que tuviera que ver con las festividades cristianas.
Hay que recordar que en Cuba, en las primeras décadas del régimen revolucionario, poseer ideas religiosas era una deformación ideológica que era penalizada extra judicialmente con la pérdida del trabajo. Los jóvenes podían quedar imposibilitados de una carrera universitaria y hasta ser recluidos en campos de concentración llamados Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
A los niños cubanos les fue suprimida una de las etapas más hermosas de su edad, la fantasía, porque estas festividades eran "importaciones capitalistas" que deformaban al "hombre nuevo".
Recuerdo que la cabalgata por la Habana Vieja organizada por la embajada española en el año 2000 para conmemorar la Epifanía desencadenó una tormenta ideológica. Todos los medios de prensa oficialistas ridiculizaron el evento y lo consideraron como un espectáculo peligroso para los niños cubanos.
En la actualidad, los gobernantes, impotentes por no haber podido eliminar la tradición, quieren hacer creer que en Cuba se pueden celebrar las tradicionales fiestas navideñas. La realidad es que el pueblo apenas tiene dinero para comer.
Para Cuba actualidad: alianzacristiana777@gmail.com
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